Hace unos días, anuncié la tercera edición de mi curso práctico de decoración Mejora tu casa, mejora tu vida, esta vez una slow edition para disfrutar cada segundo del curso con calma. Ya he recibido algunos antes y después de alumnas de la segunda edición y hoy os enseño el primero: el antes y después del salón de Cristina.

Esta transformación es muy especial para mí. Primero porque Cristina es una chica especial y una alumna especial y segundo porque al principio creí que no íbamos a conseguirlo, te cuento por qué.

Cristina se apuntó al curso al microsegundo de enterarse de que estaba abierto el plazo de inscripción, contrató una asesoría (al tiempo que completaba el curso) para que le ayudase con una reforma que se está planteando, me recomendó a su madre que me contrató para darle a su salón el toque final que le hacía falta (espero poder enseñaros pronto el antes y después) y ahora me dice que ha disfrutado tanto el curso… ¡que tiene que contenerse para no apuntarse otra vez! Incluso pintó uno de los dormitorios de la casa con esta técnica que utilicé para crear un efecto papel pintado. Qué puedo decir, es imposible no emocionarse cuando alguien aprecia tantísimo tu trabajo.

Cristina (con sombrero mexicano) muy bien acompañada por sus amigos y familia. ¡Qué bien se lo pasan en esa casa!

Como decía unas líneas más arriba, la segunda razón por la que esta transformación es tan especial es porque, en un primer momento, pensé que sería imposible. Lo primero que hacen las alumnas al empezar el curso es presentarme la habitación que quieren redecorar y contarme lo que esperan conseguir con la transformación. Cristina me presentó su salón, que tenía este aspecto:

Después me contó sus objetivos: darle luz, modernidad y estilo al conjunto. Hasta aquí todo bien, pero entonces me contó que quería mantener los muebles y los cuadros, puesto que eran de un gran valor sentimental para ella. Reconozco que al tener toda esta información, lo primero que pensé fue “Imposible, no podemos conseguir una decoración fresca y nueva manteniendo todos esos muebles y accesorios tan clásicos” pero una vez superado mi pánico inicial, los engranajes empezaron a girar y empecé a visualizar cómo podíamos conseguirlo… y vaya si lo hicimos.

La protagonista de esta transformación es Cristina, así que dejaré que ella hable. “Me llamo Cristina y tengo 30 años. Vivo en Valladolid pero la decoración que quería transformar era la de esta casa tan bonita anclada a los pies de la sierra de Gredos (sur de Ávila), que nos dejó mi padre cuando se fue. Aparte de que el conjunto en sí es precioso, tiene un valor sentimental para nosotros importantísimo, es por eso que nos encanta pasar los fines de semana allí.“

El salón antes de la redecoración

“El salón estaba invadido por una oscuridad tremenda, aunque entrase mucha luz natural, el resultado en conjunto era oscuridad y tristeza. Los muebles estaban un poco anticuados, aunque fueran de calidad. Pero lo más destacable para mí era esa sensación de “todo a conjunto”. Todos los muebles del mismo estilo, misma época, misma madera, sin contraste alguno… ¡Qué aburrido!” Sí, por si no te habías dado cuenta, Cristina es muy fan del contraste, como yo. ¿Será por eso que conectamos tan bien?

“Además el salón tenía una muy mala distribución y muchos muebles que no encajaban con el uso que le damos al espacio, sobre todo porque recibimos a muchos invitados. Nos faltaban asientos en los sofás y sitio en la mesa de comedor y nos sobraba almacenamiento”.

El salón después de la redecoración

“Ahora el salón es luminoso, funcional, cómodo, práctico, ecléctico, de contrastes… ¡me encanta! Es perfecto.” Cristina

Las claves del cambio

En palabras de Cristina, “las claves para el cambio de decoración han sido iluminar el salón unificando el color de pared, ventanas y frontal de la chimenea [Inciso: este mismo truco lo utilicé en la redecoración del dormitorio de la casa de la playa], mezclar lo moderno y lo antiguo, dar un toque de color y de contraste y, finalmente, dar “vida” al salón.“

Yo añadiría a esa lista lo determinante que fue la redistribución de los muebles, además de aligerar un poco el espacio eliminando la alacena.

Al preguntarle de qué zona del salón se siente más orgullosa, Cristina no lo tiene claro. “Me encantan todas las partes del salón, pero no podía parar de fotografiar el aparador, la chimenea, los cuadros de mi padre que ahora lucen en todo su esplendor, los diys que hemos hecho, la lámpara, las sillas, todo el salón pintado del mismo color… todo, ¡¡¡me flipa TODO!!!” Cristina se lanzó a hacer su propia versión de mi lámpara de brazo rotativo diy, puedes verla a la derecha del sofá en negro. Su versión me gusta incluso más que la mía.

¿Qué dice Cristina del curso Mejora tu casa, mejora tu vida?

[content_band border=”all”] [container] [custom_headline style=”margin: 0;” type=”center” level=”h4″ accent=”true”]”Después de hacer el curso no se me ocurre comprar algo sin antes pararme a pensar si encaja en mi estilo, si es funcional para mí y me va a servir, si tiene las proporciones que necesito… Es genial comprar de esta forma porque no te equivocas.” Cristina[/custom_headline] [/container] [/content_band]

Respecto a lo aprendido en el curso, Cristina dice que lo que más le ayudó ha sido “aprender a analizar correctamente mi estilo. Es lo primero que se aprende en el curso… ¡y que necesario e importante es! Comprar sabiendo que a los 3 días te cansarás de la “tendencia” era algo que me molestaba mucho. Ahora, cuando compro algo no me importa que sea un poco más caro, porque sé que es de mi estilo, que encaja perfectamente en la decoración que quiero obtener y que no me voy a cansar de ello. De verdad que quiero hacer hincapié en esto, ya que es genial comprar sabiendo que lo que compras es útil para ti y encima no vas a cansarte de ello.”

“Me ha encantado aprender cómo se debe iluminar una habitación, que parece una tontería pero no veas cómo ha cambiado nuestra iluminación de ambiente, y cómo se nota eso cuando nos sentamos de noche en el sofá. También aprender a usar el color y a distribuir un espacio en función de los usos que le damos. En general he aprendido cómo afrontar la redecoración de un espacio que no me representa para no equivocarme y comprar sólo lo necesario. ¡Es genial!“

“María, me ha encantado enviarte las fotos de mi salón desde el principio, el tiempo que has echado en él como si fuera el tuyo, me ha encantado enviarte las fotos de los diy que habíamos pensado con más ilusión que mandárselos a mi propia madre, porque al final las dos hemos estado mano a mano en todo, ha sido como si en cada asesoría estuvieras en mi salón conmigo.” Cristina

Con la nueva decoración este salón es perfecto para esas reuniones multitudinarias que organiza Cristina, tanto que sus amigos lo han apodado “la sala de fiestas”.

Ya sé que me repito como un disco rayado pero considero que es un mensaje muy importante: no hace falta cambiar todos y cada uno de los muebles para renovar la decoración de una estancia. Mucha gente esperar a redecorar un espacio porque no puede gastarse miles de euros en muebles nuevos pero es que no es necesario… ¡y este salón es la prueba!

En el curso hay personas como Cristina que quieren renovar un espacio manteniendo ciertos elementos y otras que se enfrentan a un espacio en blanco (eso es parte de por qué es tan entretenido para mí, cada proyecto es distinto y personalizado).

No puedo estar más orgullosa del trabajo de Cristina que además de trasnformar el salón de esta forma tan increíble, ha hecho un montón de fotos preciosas para que todos podamos disfrutarlo.

Si quieres ver otros antes y después de alumnas, tienes el saloncito de Laia, el dormitorio de Ainara o el salón de Carmen. En las próximas semanas os enseñaré nuevas transformaciones de más alumnas de la pasada edición del curso.