Libe es una de las alumnas del curso que más duro ha trabajado y, además, es un auténtico bombón. Te dejo con ella para que veas su transformación:

“Cuando nos mudamos a esta casa, hace ya 17 años, nos enamoramos de sus espacios amplios, sus vigas vista, su historia… Como la mayoría de las viviendas del casco antiguo de una ciudad tiene mucho encanto pero es tramendamente oscura y puede resultar algo lúgubre.”

“En concreto, para el dormitorio, nos trajimos el mobiliario que ya teníamos del piso anterior, compramos un par de muebles más (como la butaca amarilla) pero sin tener en cuenta el conjunto, y pusimos un papel pintado de color lila…..que no le favorecía nada. El resultado era un dormitorio poco coherente, que resultaba oscuro y que, lejos de resaltar el potencial de la habitación, evidenciaba sus problemas. Y, sobre todo, el conjunto hablaba poco de mí.”

“Yo ya conocía a María porque me había ayudado a redecorar el salón y, con con unos cuantos cambios estratégicos y una buena dosis de imaginación, consiguió una transformación absoluta de la estancia, manteniendo el mobiliario esencial.”

“Supe del curso que María ofrecía, pensé que en él podría encontrar parte del secretro de su “magia” y me animé a intentarlo…¿el resultado? Un dormitorio mucho más fresco, luminoso y que conecta totalmente con mi esencia, y esto con unos cambios mínimos y gastando bien poquito. Una mano de pintura, cambio de textiles y de decoración y… ¡voilá!”

“Encontré en el curso un sistema perfectamente ordenado y estructurado, todo de forma muy clara. Aporta conocimientos fundamentales sobre las bases de la decoración.”

“Si tuviera que quedarme con algo del curso, y que para mí lo hace realmente especial, es que me llevo dos grandes lecciones: que no hace falta cambiarlo todo para conseguir un gran cambio y que, como en todo en la vida, también en la decoración, es necesario conectar con lo auténtico de uno mismo y olvidarse de las gafas con las que el resto tiende a mirar lo ajeno.“

Libe, gracias por ser una alumna ejemplar y por tener la generosidad de compartir la transformación de tu dormitorio e inspirarnos.

Y tú, ¿te animas a enamorarte de tu casa?