Quizá hayas oído hablar de persianas enrollables como tal o quizá las conozcas con el nombre de persianas alicantinas.
Estas persianas fueron creadas a principios de siglo en la comunidad alicantina de Sax (cuya principal actividad sigue siendo hoy en día la fabricación de persianas, ¿no te parece un dato super curioso?).
Vicente Barceló inventó estas persianas de inspiración japonesa. En un principio se fabricaban con el sarmiento de la vid pero hoy en día lo más común es encontrarlas hechas de madera o incluso de PVC, lo que te permite personalizar el color.
Desde un incio, estas persianas se crearon pensando en proteger los interiores de la luz además de dar intimidad, pero permitiendo el paso del aire. ¡Qué necesarias son las corrientes de aire en días de calor!
Una de las ventajas de este tipo de persianas es que no necesitas hacer ningún tipo de obra para su instalación y puedes colocarlas en el exterior y en el interior. Además el mecanismo de funcionamiento es muy simple, ya que se enrollan y desenrollan con una sencilla cuerda.
Otra ventaja es el uso que se les puede dar, ya que además de actuar como persianas, puedes utilizarlas como un tipo de toldo para dar sombra a una determinada zona.
Pero lo que más me gusta de estas persianas es su aspecto. Resultan muy decorativas y aportan un toque artesanal con sabor mediterráneo a tu decoración.
Además de la variedad de materiales y colores, estas persianas se fabrican a medida, así que puedes adaptarlas totalmente a tus necesidades.
¿Conocías las persianas enrollables?
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Sí que tienen un punto artesanal que da muchísima calidez en casa.