Como sabes estoy inmersa en la decoración de nuestro nuevo piso. Quiero que esta casa nos represente de verdad, refleje nuestra personalidad, nuestros gustos y sea nuestro pequeño santuario.

Como te habrás imaginado, aunque quiero que la decoración nos represente a los dos, en realidad la que se está currando la decoración soy yo. Mick me ha dejado generosamente ese espacio porque sabe que es algo que me apasiona, a cambio he prometido no llenar la casa de rosa y así estaremos todos contentos.

Aunque siempre intento mantenerme fiel a mí misma, a veces me cuesta no dejarme llevar por la marea. Con tantos impactos que recibimos es difícil no hacerlo (una tarde en Pinterest y querrás tener una casa blanca de estilo nórdico tirando a minimalista) y, sinceramente, al compartir las cosas con vosotros me cuesta todavía más no perderme entre las opiniones.

Cuando me enfrento al trabajo creativo me asaltan los “ysis” de los co*ones. ¿Y si piensan que es hortera? ¿Y si me estoy equivocando? ¿Y si no les gusta? ¿Y si? ¿Y si? ¿Y si? Ya os hablé de este tema en otra ocasión.

Resulta que todas esas preguntas e inseguridades son enemigas de la creatividad y la personalidad porque llega un momento en que ya no sabes qué es si lo que te gusta te gusta de verdad, o te gusta porque le gusta al vecino. Así que para evitar esta confusión he tenido una pequeña entrevista con Mick y conmigo que me ha servido para sacar algunas conclusiones sobre quiénes somos y qué nos representa.

No soy amigas de etiquetas ni encajonamientos pero creo que una pequeña guía te puede ayudar a aclararte y no dejarte influir por la mayoría.

A la hora de autoanalizarnos me ha servido mucho este post de Mer Mag. Es muy extenso e interesante, te recomiendo su lectura taza de café en mano. Resumidíiiisimo dice que, en definitiva, tu estilo es el que te lleve a tu “lugar feliz”, donde te sientes bien, a salvo y en casa.

Para mí mi “lugar feliz” es Galicia, es una bicicleta, es la casa de mi abuela, es el mar, son los colores con que jugaba de pequeña, son las plantas de mi madre y también su máquina de coser, los paisajes de Escocia, los árboles, los Rolling, la plaza de la Verdura con amigos… Mi “lugar feliz” es cálido, espontánero, interesante y lleno de cosas por explorar.

Cuando has identificado tu “lugar feliz”, lo siguiente es escoger piezas y estilos que te trasladen a ese lugar. Para mí la casa de mi abuela son muebles rústicos, los muebles y objetos diferentes y coloridos me trasladan a cuando jugaba de pequeña… Como ves, a mí una casa blanca de estilo nórdico tirando a minimalista no me lleva a mi “lugar feliz” ni a ninguna parte.

Después de un poco de debate, hemos acordado que los estilos que sí nos llevan a Mick y a mí a nuestros respectivos “lugares felices” son estos cuatro:

1. Decoración boho glam rock

A los dos nos encanta la cultura pop en general: música, cine, arte, moda… y sus mayores exponentes, las estrellas de rock con su estilo excesivo, decadente y casi aristocrático. Me encanta el drama y el exceso que transmite este estilo: terciopelo, oro, brillo, piezas únicas y combinaciones arriesgadas.

2. Decoración rústica

Un estilo relajado y relajante que recuerda al mar y a la montaña, el que aporta más textura a través de: colores tierra, madera desnuda, imperfección, cerámica rústica, fibras naturales y plantas, muchas plantas.

3. Estilo británico

Casi me gusta más a mí que a Mick, extrañamente, pero los básicos nos gustan a los dos: tartán, flores, cuero, (sobre todo si es un viejo chesterfield) y un toque victoriano.

4. Decoración colorida, divertida y un poco extravagante

Atrevido, diferente, muy divertido y lleno de personalidad. Nada de tomarse las cosas demasiado en serio, es momento de jugar: colores, piezas estrafalarias y combinaciones imposibles.

Lo metemos todo en la coctelera y, con suerte, saldrá un estilo Brit quirky rustic boho glam, qué nombre más pegadizo. Si te gusta el estilo ecléctico como a mí, vas a encontrar cientos de pines en mi tablero de Pinterest, ¡espero que te gusten!

¿Tú cómo definirías tu estilo?