Renueva un mueble usado con este efecto metal martillado

Pocas cosas me gustan más en esta vida que encontrarme una joyita de mueble abandonado en la calle. Y cuando digo joyita no me refiero a un mueble impecable y en perfectas condiciones, sino a un mueble viejo (casi siempre lleno de porquería, aunque esta parte no es que me haga especial ilusión) y hecho polvo pero con muchas, muchas posibilidades.

Me encontré esta cómoda en la calle Alonso Cano, donde vivíamos antes. La verdad es que esa calle era una auténtica mina de muebles viejos. Allí encontré la silla que tapicé con telas de colores, la silla boho, el sofacito de mimbre, la escalera para plantas… un chollo de calle, vaya. Si quieres ver cómo transformé todos esos muebles viejos, pásate por mi galería de muebles renovados.

El mueble me lo encontré hecho polvo, sucio, con el barniz fatal y sin un cajón y así de hecho polvo se hizo con nosotros la mudanza.

Ya lo he comentado aquí alguna vez pero es que, vamos, los chicos de la mudanza debieron de pensar que Mick y yo estábamos fatal de la cabeza. Muchos de los muebles que hicieron la mudanza con nosotros estaban que daban pena: una mecedora sin asiento, una cómoda sin cajón, la base de un armario, una silla hecha trizas… ¡A saber qué pensarían!

Uno a uno esos monstruitos han sufrido mis experimentos (como este mueble de melamina pintado con pintura a la tiza.y han salido con una cara nueva, el último de ellos esta cómoda viejuna que encaja como un guante en este rincón del pasillo:

Cómo renovar un mueble viejo paso a paso

Cuando decides rescatar a un mueble abandonado (a mí me gusta pensar así en ellos, porque igual que los perritos abandonados, se transforman en cuanto les das un poco de amor), sobre todo cuando es un mueble viejo, lo más probable es que esté lleno de roña y polvo. Es el paso menos interesante de todos ellos, pero me temo que no te queda otra que pegarle un buen fregoteo para quitarle toda la porquería.

Los muebles viejos suelen tener el barniz hecho polvo, además de que muchas veces el color es feo y avejenta el mueble todavía más. Aquí es cuando tienes que decidir si quieres dejar la madera a la vista o pintarlo de un color nuevo.

En este caso quería que quedase la madera a la vista (aunque en realidad el mueble no es de madera maciza sino de laminado), así que lo decapé usando un decapante químico y después lo lijé bien. Así quedó la criatura:

Esta es la parte que más me gusta, cuando tengo el mueble lijado y decapado sin rastro de sustancias feas o asquerosillas. Aquí es cuando vuelve a salir su belleza real.

Quería destacar la veta de la madera, por eso apliqué un barniz brillo. Me arrepiento un poco porque creo que habría quedado todavía mejor un barniz mate que dejase todo el protagonismo a las láminas de latón, pero bueno, no queda mal.

Mi primera idea era eliminar ese cajón que se quedaba suelto y dejar esa parte abierta pero me parecía que la forma de los cajones era demasiado bonita como para eliminarla, así que contruí como pude una réplica del cajón que faltaba.

Hacer esas hendiduras en la madera NO es fácil. Vamos, diría que eso solamente lo sabe hacer un ebanista. Así que mi “réplica” (nótense las comillas) no es precisamente perfecta, ni muchísimo menos, pero cubierta con las láminas de latón da el pego.

Cómo renovar un mueble viejo con latón para repujado

Las láminas de latón se compran en cualquier tienda de bellas artes y manualidades. Manipularlar es bastante sencillo porque al ser tan finas se cortan fácilmente. Eso sí, utiliza guantes porque es muy fácil cortarse. Yo acabé con las manos llenas de cortes, ¿por qué? Porque no usé guantes. Moraleja: usa guantes.

Lo primero que hice fue marcar con un cutter la forma de los cajones sobre la lámina de latón y después cortarla con una regla y un cutter.

Mi idea inicial era dejar el latón liso e impoluto pero resulta que estas láminas son tan maleables que, a nada que las mires fijamente, se les queda una marca. Por eso decidí crear una textura con un material altamente sofisticado denominado mantelito individual. Sí, un mantelito individual de plástico que dejaba una textura interesante cuando lo golpeabas contra el latón utilizando un martillo.

Es importante ser metódica a la hora de crear la textura. Coloca el mantel (o cualquier otra cosa que deje una textura interesante) sobre la superficie donde quieres crear la textura y empieza golpeando por una esquina. Poco a poco ve avanzando asegurándote de que no se queda ningún hueco libre. No levantes el mantel hasta que hayas terminado.

Aviso, hay que golpear bastante fuerte así que no es precisamente un trabajo para hacer a las 11 de la noche mientras ves tu serie favorita.

Para pegar el latón sobre el mueble, embadúrnalo bien de un pegamento fuerte y colócalo encima. Aplica presión (primero con las manos y después si puedes colocar algunos libros mejor que mejor).

Para rematar los cajones le puse una tira muy fina de latón pero este paso no lo explico porque es un trabajo bastante filigranero y muy específico para este mueble.

Aquí Peggy espatorrada photobombing mi precioso set. Desde luego no sé de quién habrá aprendido esos modales tan poco refinados…

Antes y después de la renovación de un mueble viejo

Al final el mueble quedó a medio camino entre el estilo étnico (parece el clásico metal martillado) y mid century. No es para todo el mundo pero a mí me encanta.

Puedes aplicar esta técnica en la superficie de una mesa auxiliar, en los laterales de un mueble o incluso para cubrir unas patas. Eso sí, te recomiendo que lo pongas en un sitio que no vaya a tener mucho roce continuo por si acaso.

Por si no lo sabes, estoy renovando mi pasillo y la renovación de este mueble es lo último que me faltaba por hacer. La semana que viene te enseño el resultado final, ¡qué nerviosa me pongo siempre que llega este momento! :D

¿Qué opinas de cómo ha quedado este pobre mueble viejo tras la renovación?